Dejemos de ser imbéciles
Los humanos somos demasiado complicados. Nos empeñamos en hacer un mundo de cada pequeño granito de arena mientras nos quejamos de lo difícil que es la vida. ¿Por qué nos cuesta tanto decir en alto todo aquello que nos quema dentro? ¿Por qué construimos barreras que nos separan en lugar de aferrarnos a los lazos que nos unen? Somos humanos. Todos nos equivocamos. Todos cometemos errores a diario, pero ese no es el problema. El problema es huir de los errores en lugar de asumirlos. El problema es querer engañarnos a nosotros mismos creyendo que no existen. El problema es intentar tirar balones fuera creyendo que la culpa es de todos menos nuestra. El problema es el maldito orgullo que nos hace ponernos a la defensiva en lugar de agachar la cabeza y pedir disculpas, ese maldito orgullo que nos lleva a alejarnos sin más remedio de las personas que queremos por la incapacidad de ser honestos. El problema es la cobardía que nos hace ahogar en el silencio todo aquello que sentimos. Deje...