Te recuerdo y te recordaré siempre

Puede que no recuerde lo que comí ayer ni qué hice esta mañana después de levantarme, pero te puedo jurar que no se me olvidará nunca aquella tarde en la que te empeñaste en comprarme la mejor bicicleta de la tienda. "Voy a montarme yo, que si puede conmigo es que es buena", dijiste, y te recuerdo subido en una bicicleta enana paseando en la calle mientras yo no paraba de reír. Ese era uno de tus poderes, hacer que todos nos sintiéramos bien.

También recuerdo cada noche de reyes en la que no dudabas en comprar media tienda de juguetes para nosotros, todos esos juguetes que aun conservo. Aquella muñeca gigante que te empeñaste en comprarme y que nunca he usado porque me daba miedo, ese loro con el que nos pasamos toda una tarde grabando palabras sin sentido... Tú siempre te preocupabas de que tuviésemos los mejores regalos, y ahora puedo decirte que el mejor regalo siempre has sido tú.

Recuerdo verte llegar a casa y salir en una carrera a recibirte mientras mi hermano y yo nos peleábamos por ayudarte a quitarte tus botas de vaquero, esas que fingías no poder quitarte para regalarnos un nuevo rato de risas. Y también recuerdo aquellos paseos en el camión hasta el almacén, el mismo camión en el que me subiste en mi primer día de carrozas en el que el sueño pudo conmigo. De ese día casi no recuerdo la fiesta de la calle, solo era una enana, pero tengo grabado ese momento en el que te bajaste, me cogiste en brazos y me acostaste a tu lado en el camión. Siempre te recuerdo cuidándome, cuidándonos a todos.

Te recuerdo, aunque solo fuese una niña cuando alguien decidió que tenías que irte, te tengo grabado para siempre. Eres un recuerdo que jamás borrará nada ni nadie, por mucho que el tiempo se empeñe en seguir pasando. Son 16 años sin ti, más de los pude vivir contigo, pero dejaste una huella eterna, y ante eso no hay tiempo que valga. No te miento, aun sigue doliendo recordar aquel maldito día en el que te marchaste de pronto, y aun sigo sin entender por qué tuvo que pasar, por qué a ti. Y no lo entenderé nunca, pero me queda el consuelo de tenerte en mis recuerdos, de saber que siempre estarás aquí conmigo. Hoy no hay lágrimas, hoy solo te pienso, te veo sonriendo como siempre, y desde aquí te devuelvo esa gran sonrisa que mereces.

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