Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2016

La importancia de relativizar

Mi cumpleaños está a la vuelta de la esquina (o del fin de semana, mejor dicho) y, siempre que se acerca una de estas fechas tan señaladas, de pronto se activa algo en nuestra cabeza que nos invita a hacer balance de todo lo que hemos vivido hasta el momento. No sé qué sentido tiene hacerlo, puesto que el día de tu cumpleaños no deja de ser un día normal y corriente en el que lo único que ocurre es que debes de sumarle uno a esa número que simboliza tu edad pero que no la determina (siempre he creído que la edad no la determina una fecha de nacimiento recogida en tu DNI, sino tu madurez y tu actitud ante la vida). El caso es que, por mucho que te parezca la mayor chorrada del mundo y sin saber muy bien por qué, en estos días te surge la necesidad de repasar toda tu vida... y yo no soy ninguna excepción. Estos días me he descubierto a mí misma clavando la mirada en el infinito y permitiéndole a mi mente viajar muy lejos y aterrizar en mi infancia, en esas tardes de risas despreocup...

Micro-Sueño: Amor y vida

Lléname de amor y vida.  Cántame al oído la canción de tus jadeos escapando sin control de tu boca  ante el tímido pasear de mis dedos por tu cuerpo.  Entrégame la eternidad que se esconde en cada uno de tus besos.  Volemos lejos, allí donde no existen los miedos ni el tiempo.

Lo malo conocido

" El ser humano es el único animal capaz de tropezar varias con la misma piedra ", algo que debemos agradecerle a nuestra cabezonería y, sobre todo, a nuestra incapacidad de reacción. Temblamos de miedo a la hora de coger el timón y virar nuestra dirección, a la hora de tomar decisiones. No nos importa tropezar una, dos, tres u ochenta veces con la misma piedra -por mucho que en cada tropiezo aumente nuestra frustración y nuestro odio hacia esa pobre piedra cuyo único delito es permanecer allí donde siempre ha estado-, y no nos importa porque estamos acostumbrados a la resignación, porque vivimos acomodados en "lo malo conocido".  Aun sabiendo que existen alternativas, que hay herramientas para apartar o saltar las piedras y que tenemos la posibilidad de elegir otro camino, siempre nos resulta mucho más sencillo volver a tropezar de nuevo con la misma piedra, sabiendo que al menos caeremos en un suelo ya de sobra conocido. Un suelo que nos asfixia, que nos supe...