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Mostrando entradas de enero, 2013

Enfermedades raras. La lucha de Arnau

 Hoy me gustaría dar a conocer la realidad de las “enfermedades raras”. Se trata de  enfermedades crónicas, generalmente bastante graves, con una incidencia bastante baja en la población (menos de 5 de cada 10.000 personas las padecen). Una parte de mi carrera (soy estudiante de biología) está destinada a la rama de ciencias de la salud, y a través de algunas asignaturas he tenido que estudiar enfermedades, síndromes y diversos casos clínicos. La única vez que me han hablado, por el momento,  de las enfermedades raras en mi carrera fue en los últimos minutos de una de las clases, donde se comentaron de pasada, a modo de ejemplo. Lo que quiero decir con esto es que no existe una concienciación de la sociedad sobre la gravedad de estas enfermedades que son totalmente desconocidas para la gran mayoría, pero que afectan a un número elevado de personas en nuestro país. No es un secreto para nadie que hoy en día, y por desgracia, prácticamente todo se mueve por el interé...

Un mundo de pequeñas cosas

Actualmente vivimos empeñados en conseguir grandes cosas, en marcarnos metas cada vez más altas. Vivimos obsesionados en conseguir aquella casa enorme con la que llevamos soñando desde hace años, ese ascenso que siempre hemos estado buscando... Tanto nos empeñamos en conseguirlas que ni siquiera nos damos cuenta de las cosas que dejamos escapar por no darles la importancia que merecen.  Nos obsesionamos por alcanzar nuestras metas más ambiciosas, creyéndonos que de esa forma alcanzaremos la felicidad, pero, ¿no os ha ocurrido alguna vez que, en el momento en el que conseguís algo que habéis estado deseando con todas vuestras fuerzas durante mucho tiempo, simplemente deja de tener valor para vosotros?  Vivimos empeñados en buscar la felicidad detrás de grandes cosas sin darnos cuenta de que, la mayoría de veces, nuestra felicidad está más cerca de lo que pensamos. Porque más allá de todo eso, existe un gran mundo de pequeñas cosas, solo al alcance de unos pocos. Un mund...

Heridas cerradas

(Esto lo escribí hace ya varios días, y era algo que no pensaba compartir con nadie. Simplemente lo escribí porque necesitaba desahogarme, y necesitaba dar forma a todo lo que pasaba por mi cabeza. Sin embargo, hoy he tenido una conversación importante con una amiga  y me he dado cuenta de que, a veces, cuando escuchas o sabes  de alguien que ha pasado por lo mismo que tú y que ha conseguido superarlo, te das cuenta de que no estás solo y de que no eres el único que ha pasado por ello. Aunque para mi es muy difícil hablar de este tema, (de hecho esta es la primera vez que lo comparto con alguien), he visto el alivio en los ojos de esta amiga al saber que se puede superar. Después de darle muchas vueltas he decidido usar este blog para compartir una parte de mi historia que nadie sabe, aunque sin demasiados detalles y sin profundizar demasiado en cosas que tanto me ha costado olvidar, ya que yo en algunos momentos habría necesitado un poco de apoyo y hubiese necesitado saber q...

¿Somos todos iguales ante la ley?

La semana pasada salía a la luz la noticia de una madre condenada a prisión por gastar unos 200€ en comida y pañales con una tarjeta de crédito encontrada en la calle, la cual ella misma entregó a la policía después de usarla. Este caso ocurrió hace ya algunos años, y esta madre fue condenada a varios meses de trabajo social y a más de un año de cárcel. Cuando vi a esta mujer contando su caso en televisión vi a una persona que asumí su culpa y estaba arrepentida por su error, y vi a una madre desesperada  y dispuesta a todo para no tener que separarse de sus hijas. Sin embargo, después de sus muchos intentos frustrados para llegar a un acuerdo, y a pesar de que ni siquiera la dueña de la tarjeta de la que se extrajo el dinero vea justa la decisión, parece que esta mujer deberá cumplir su condena en la cárcel, separándose así de sus hijas. Soy consciente de que lo que hizo esta señora es un delito, y que como tal está penado por la ley. Sin embargo, pongámonos por un momento en ...

Apostar a ciegas

Cada vez que empezamos una relación con alguien entregamos una parte de nosotros mismos a la otra persona, confiándole parte de nuestros sentimientos y de nuestra vida. El amor, como todo en la vida, consiste en "apostar a ciegas" todo lo que tenemos, confiando en que saldrá bien. Sin embargo, siempre existe el riesgo de equivocarnos, y es posible que aquella persona por la que lo apostábamos todo resulte no ser la persona que pensábamos en un principio. En ese caso es inevitable que una parte de nosotros, por pequeña que sea, se pierda en el camino junto a aquella persona que se va de nuestra vida, y que el miedo a volver a apostar por alguien se nos instale dentro, bloqueándonos en muchos casos. Quizás es por eso que mucha gente asegura que desearía empezar una relación sabiendo a dónde le llevará, sabiendo si se trata de una apuesta segura o no. Sinceramente, si existiera esa posibilidad yo preferiría seguir apostando a ciegas, sintiendo esa mezcla de ilusión, miedo, d...

Superando barreras

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A veces no somos conscientes de todo lo que perdemos por no ser capaces de dejarnos llevar por lo que realmente sentimos. Sin darnos cuenta, renunciamos a una gran cantidad de cosas en la vida por considerar que no es el momento, o por creer que son metas imposibles de conseguir ,o lo que es peor, muchas veces renunciamos a hacer aquello que realmente nos apetece por miedo a lo que pueda pensar el resto. Vivimos tan preocupados por convertirnos en lo que la gente quiere que seamos que, en la mayoría de los casos, nos olvidamos de quien queremos ser realmente. ¿De qué sirve que la gente sonría al ver quién eres, si cuando te miras al espejo no eres capaz de reconocerte a ti mismo? Tenemos tendencia a valorar a todos cuantos nos rodean…, a todos menos a nosotros mismos. He de reconocer que he pasado bastantes años de mi vida creyendo en cierta forma, y quizás sin darme cuenta de ello, que era inferior a los demás. Me sentía muy pequeña en un mundo tan grande.  Siempre he si...

Estrenando blog

Soy de las que piensan que, en algunos casos, una hoja en blanco en la que dejar escrito todo lo que te preocupa es la mejor de las terapias. Además, si a eso le añadimos que soy una persona extremadamente reservada a la hora de hablar de mis sentimientos e inquietudes, lo de desahogarme por medio de la escritura se convierte prácticamente en una necesidad.  Soy consciente de que no es que tenga demasiado talento para escribir, pero poco a poco esa “vía de escape” se ha convertido en una de mis grandes aficiones. Hasta hace muy poco la mayoría de las cosas que he ido escribiendo se iban quedando olvidadas en un pequeño cajón (o en una carpeta olvidada del ordenador, con esto de las modernidades), o en algunos casos eran eliminadas directamente, hasta el punto de que muy poca gente ha leído las cosas que he escrito (la mayoría de gente ni siquiera sabe que escribo). Pero lo cierto es que siempre he tenido la ilusión de crear en algún momento un blog en el que poder plasmar las “...