Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2014

Mini-Sueño: Debí, pero no lo hice

Quizá fue un error acercarme a ti sabiendo cómo soy, pero no pude evitarlo. En ese instante pudo más tu risa que hasta el más grande de mis miedos, y aunque debí hablarte de mi cobardía, de mi temor a las alturas incluso cuando no he despegado los pies del suelo y de mi pequeño mundo de mentiras y manías, no lo hice. Te aseguro que ahora me arrepiento de haberte arrastrado a mí sin avisarte antes de los posibles daños, y que tus lágrimas consiguen reabrir mis heridas hasta hacerlas sangrar, pero al mismo tiempo reconozco que todo eso vale la pena cuando pienso que durante un instante tu vida se unió con la mía ofreciéndome una felicidad que, aunque incompleta, consiguió hacerme respirar.

Mini-Sueño: Durante la noche

La última vez que me senté a mirar la luna me dediqué a admirar su luz y las formas que dibujaban sus sombras. Ahora no puedo evitar pensar, aunque sea por un momento, si desde tu pequeño rincón del mundo tú también la miras. Y es ahí donde me doy cuenta.  Aunque durante el día no te me vengas a la mente, y aunque hasta yo misma me convenza de que ya no me haces falta y te he olvidado, es durante la noche cuando me despierto de pronto sin ningún motivo pensando en tu nombre, mientras el frío se cuela entre las sábanas erizándome la piel y arrancándome suspiros que quedan suspendidos en el aire, anhelando poder tocarte.

Gracias

Cuando era pequeña recuerdo que escribía tonterías basadas en las series de dibujos que veía. Trataba de inventarme capítulos nuevos de mis series preferidas, y el resultado eran fragmentos escritos con mala letra, con faltas de ortografía y que carecían de ningún sentido. Aquello no eran más que tonterías de una niña pequeña a la que un día le daba por escribir y otro por esconderse debajo de la mesa del salón, rotulador en mano, para pintarla a escondidas (manía por la que me gané algún que otro castigo), y que el mismo día en el que eran escritos acababan siendo tirados a la basura.  Sin embargo, fue con 9 años más o menos cuando por primera vez escribí algo porque sentí la necesidad de hacerlo. Hacía poco tiempo que mi tío había fallecido en un accidente de tráfico y yo, después de unos meses en los que no era capaz de entender las lágrimas de mi familia y me sentía culpable por no poder llorar al igual que ellos, una tarde no sé por qué entendí que mi tío no iba a volver ...

Micro-Sueño: ¿Alguien sabe?

¿Alguien sabe qué se dice cuando te quedas sin palabras?  ¿Y qué se hace cuando la sangre se acelera y el corazón se te dispara?  ¿Alguien sabe que se ve cuando los ojos se cierran?  ¿Y qué se escucha cuando todo se queda en silencio?  ¿Alguien sabe qué se hace cuando no sabes qué hacer? ¿Y qué se siente cuando te roban el sentido? No es para mí, es para un amigo

Te he soñado tanto

Aunque sin tu cara ni tu nombre, te he soñado tanto y tantas veces que al verte llegar sentí lo mismo que se siente cuando vuelves a casa después de mucho tiempo sin pisarla. Tu olor me inundó desde el primer momento y se me quedó guardado en la mente, al igual que el olor a jazmín que me hace viajar a mi infancia, a aquellos días en los que correteaba por el huerto de mi abuelo, al igual que ese olor que te hace sentirte a salvo. Y al peinarte el pelo con mis dedos sentí el mismo cosquilleo que dejan las olas al escabullirse de las manos que quieren atraparlas sobre la arena... Cuando te descubrí fue como si siempre te hubiese conocido, como si tuviese hábito de ti, y sin embargo era la primera vez que te veía. Al conocerte tuve la sensación de vivir un reencuentro aunque nunca antes te hubiese visto, aunque ni siquiera conociese tu nombre. Al cruzarme por primera vez contigo te recordé sin necesidad de haberte aprendido, y simplemente sonreí.

Micro-Sueño: Hoy me dio por pensar

Hoy me dio por pasar los minutos aquí pensando, y se me acumulan bajo el sombrero los recuerdos, imágenes de instantes perfectos donde no tiene cabida el tiempo, donde el aire es el único dueño de todos nuestros movimientos. Y me pierdo mirándote a los ojos tratando de saber cómo lo haces. Me pregunto cómo puede ser que a pesar de todo, que a pesar de la lista interminable de buenos momentos, el mejor recuerdo entre nosotros siempre esté por venir.

Mini-Sueño: Ha llegado el frío

Llegó el frío sin avisar, colándose entre la ropa y jugando a erizar las pieles. A él, que siempre fue juguetón, le encanta mezclarse entre la gente provocando escalofríos y arrancando suspiros a quien no tiene a nadie que le abrace. Se hace notar con sus brisas heladas y su viento a medio tarde, y a mí que ha hecho que se me vuelen las excusas, ahora ya no sé de qué tirar para frenarme cada vez que me dejo llevar por uno de mis impulsos al sentir como te acercas. El invierno siempre fue cosa de dos, y a mí me faltas tú para poder pasarlo.

Amores casi palpables

Dicen que el amor, como todo aquello que no se toca ni tiene forma definida, no se puede cuantificar. Y es cierto, pero hay ocasiones en las que es tanto que se desborda a través de las miradas, conquistando cada rincón por el que pasamos. Tanto que es capaz de acariciar en la distancia y de erizar la piel sin necesidad de tocarla, de pellizcarnos por dentro ante la simple imagen de un recuerdo, de controlar cada uno de nuestros sentidos y de tenernos volando muy lejos del suelo a pesar de que nuestros pies no se separen nunca de él.  Existen ocasiones en las que el amor irremediablemente deja de ser de dos para convertirse en un amor casi palpable que se encuentra a la vista de todos por la imposibilidad de esconder su inmensidad, por la imposibilidad de mantenerlo encerrado dentro de un pecho que se queda demasiado pequeño para una explosión tan grande de sentimientos. Y podemos hacernos los despistados e intentar convencernos de que no existe, tratar de ocultarlo detrás de...

Un paseo tranquilo en la ciudad

Un paseo tranquilo en la ciudad. Un perderse entre la gente. Una mano que avanza valiente, y se entrelaza con la tuya. Un dejar salir las ganas de jugar. Un yo te empujo y tú me empujas. Un yo te miro, tú me miras, y soltamos a la vez la sonrisa. Un "acércate que estás muy lejos". Un tú me abrazas y yo me dejo. Un buscar tu piel entre la ropa, y regalar caricias que alborotan. Un esconderse tras la esquina. Un "te daré lo que me pidas". Un "ven aquí y bésame", y sentir una explosión de cosquillas. Un paseo tranquilo en la ciudad. Un inquietarse a cada paso. Un "quisiera estar en otro lugar, y dejarme llevar entre tus brazos".

Existe el mundo sin ti

Un espejo en el que nunca te miraste deja de tener sentido, al igual que un libro destruido que jamás nadie leyó,  o las notas de un piano de salón que fue abandonado sin haber tocado nunca ni una sola canción. Una casa en la que no estás deja de ser casa, para convertirse en una simple estación de paso, o en un rincón cualquiera sin magia ni encanto en el que nunca nadie vivió su historia. Un reloj sin segundos corriendo ni horas marcadas. Un calendario sin días señalados en rojo. Una semana sin lunes en la que no se disfruta el sábado. Un otoño sin hojas caídas ni colores cálidos, y un invierno sin frío que combatir bajo las mantas. El mundo sin ti no es que deje de existir. Él sigue ahí girando a su ritmo. No nos equivoquemos. El mundo sin ti también existe, pero carece de ningún sentido.