Te he soñado tanto
Aunque sin tu cara ni tu nombre, te he soñado tanto y tantas veces que al verte llegar sentí lo mismo que se siente cuando vuelves a casa después de mucho tiempo sin pisarla. Tu olor me inundó desde el primer momento y se me quedó guardado en la mente, al igual que el olor a jazmín que me hace viajar a mi infancia, a aquellos días en los que correteaba por el huerto de mi abuelo, al igual que ese olor que te hace sentirte a salvo. Y al peinarte el pelo con mis dedos sentí el mismo cosquilleo que dejan las olas al escabullirse de las manos que quieren atraparlas sobre la arena...
Cuando te descubrí fue como si siempre te hubiese conocido, como si tuviese hábito de ti, y sin embargo era la primera vez que te veía. Al conocerte tuve la sensación de vivir un reencuentro aunque nunca antes te hubiese visto, aunque ni siquiera conociese tu nombre. Al cruzarme por primera vez contigo te recordé sin necesidad de haberte aprendido, y simplemente sonreí.
Comentarios
Publicar un comentario