Es bonito verte llegar por sorpresa

Es bonito verte llegar por sorpresa, sin anuncios ni avisos previos. Simplemente levantar la mirada y que de pronto aparezcas, equipada con tu mejor sonrisa y con esa mirada que, sin necesidad de palabras, grita cuánto me has echado de menos, cuántas ganas tenías de verme. Exactamente las mismas ganas que se reflejan en mi mirada.

Es tan bonito verte llegar por sorpresa que justo en el momento en el que llegas cobran sentido las ausencias, y es en ese mismo momento cuando hasta los días de separación me valen la pena. Aunque solo sea por la alegría de verte llegar, o por ese abrazo con todas las ganas contenidas,o  por ese beso que engloba todos esos besos que no pudimos darnos, o por esos segundos volviendo a redescubrir el olor de tu pelo, o por ese momento en el que hablas y yo me olvido de todo... Sí, es bonito verte llegar por sorpresa.

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