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Mostrando entradas de septiembre, 2015

Mirar fijamente tu reflejo

De pronto llega un momento en el que te das cuenta de que no eres capaz de reconocer al extraño que te mira desde el espejo. Casi todos tarde o temprano pasamos por esa etapa de confusión, de preguntas sin respuesta. Todo empieza un día en el que te levantas siguiendo una rutina que no recuerdas ni cuándo empezó, y lo haces sin ningún tipo de entusiasmo, solo por la costumbre de hacerlo, únicamente porque hacerlo es lo más fácil. Y así van pasando los días, uno tras otro, casi sin darte cuenta hasta que un día cualquiera te sorprendes mirándote al espejo con el ceño fruncido, preguntándote cuándo empezaste a cambiar, cuándo dejaste aparcados tus sueños y empezaste a ser un actor dentro de tu propia vida. Como te decía todos tarde o temprano, en mayor o menor medida, pasamos por algo así. Y precisamente por eso puedo decirte que la solución jamás pasa por cambiar de espejo buscando alguno que sea más amable, que maquille la verdad o que se sirva directamente de engaños para decirte...

Dímelo

Dímelo. Susúrralo en mi oído para que nadie te oiga, o grítaselo al aire con todas tus fuerzas. Escríbelo en un papel arrugado y con mala letra, o publícalo en el periódico más importante del país. La verdad es que no me importan cuáles sean tus formas. Si lo susurras o si lo gritas. A base de borrones o con tu mejor caligrafía. No me importa. Lo único que quiero es que lo digas, tan pronto como puedas.

Micro-Sueño: Todo está bien

Y eres tú, con una sonrisa, un guiño o incluso media palabra susurrada la que consigue que me invada la calma, la que hace que todo vuelva a su sitio, la que es capaz de convencerme de que sí, todo está bien.

Has vuelto y he vuelto

Has vuelto. Te tengo delante, te estoy viendo y aun así vuelves a estar muy lejos. Has vuelto como siempre lo haces, sin quitarte el abrigo, sin tomar asiento y dejando la puerta abierta para no perder tiempo cuando decidas marcharte. Y los dos sabemos que volverás a marcharte tarde o temprano... Conociéndote me atrevo a decir que será temprano. Supongo que será de madrugada, cuando toda la casa esté a oscuras y yo esté durmiendo. Has vuelto, y aún sabiendo todo lo que sé, yo también he vuelto. He vuelto a abrirte la puerta, a dejarte pasar sin preguntarte nada, sin pedir explicaciones. He vuelto a pasarlo todo por alto, como siempre he hecho, aunque esta vez no me crea absolutamente nada, aunque esta vez ni siquiera intente engañarme queriendo ver una luz en tus ojos que lleve mi nombre o un rastro de disculpa en tu sonrisa. Y eso es lo peor de todo. Lo peor es que sé que no podré culparte cuando decidas marcharte, porque yo seré la única culpable. Has vuelto, y mi desgracia ...

Un rato cualquiera

Un rato cualquiera. A solas con la lluvia. Las gotas golpeando en los cristales. El agua que poco a poco va inundando las calles. Un salón que permanece a oscuras. Un reproductor cantando de fondo por Sabina. Dos copas de vino calentándose sobre una mesita. Manos explorando la piel que ya se saben de memoria. Labios sedientos. Pieles latiendo. Miradas jugando a convertirse en hogar. Abrazos convertidos en refugio. Mi mundo fusionándose con el tuyo.

Así es ella

Así es ella. Capaz de traducir las emociones más profundas en palabras con la facilidad del que dibuja garabatos sin sentido en un folio en blanco para pasar el tiempo, una maga capaz de convertir las letras en piezas de un puzzle perfecto que nunca nadie más que ella consiguió formar. Una mujer de sonrisa dulce y brillante, de mirada cristalina de las que hablan por sí solas y resultan ser ventanas con vistas privilegiadas hacia el alma. Ella es especial, sin duda. Mujer de encanto natural mezclado con esa sencillez abrumadora que no puede dejarte indiferente. Mujer valiente de personalidad arrolladora y de pasos firmes, valientes. Mujer de palabras que arropan, de caricias que abrigan, de abrazos que protegen. Mujer de corazón bonito, apasionado, de sangre caliente. Así es ella. Aunque no sea consciente, aunque no lo sepa, aunque no se lo crea. No importa, porque ella es así, especial, y lo será cada vez más a medida que la vaya descubriendo día a día.