Le robé al mar
Le robé al mar un par de atardeceres para llevarlos siempre conmigo y poder entregártelos en esos días en los que necesites respirar y no encuentres la forma de hacerlo.
Le robé también algunas olas, de esas que con su sal curan heridas y barren las penas, por si algún día te hiciesen falta.
Por robarle, también le robé un poco de arena, de esa que al caminarla con los pies descalzos te hace viajar a tu niñez y recuperar cada una de tus raíces, ya sabes, por si algún día la vida te hace perder el norte, para que tengas algo a lo que agarrarte.
Y al mar le robé también parte de su brisa, para que nunca deje de alborotarte el pelo mientras te hace sentir la libertad con toda plenitud...
Quise robar una pequeña parte del mar para ti, para poder entregártela y devolverte poco a poco todo lo que me haces sentir cuando te veo sonreír.
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