Despertar

Al calor de la mañana hoy se sumaron tus labios,
mi piel rozándote las manos 
y una declaración a media voz.
Van tus besos a mi cuello, 
cosquillas de tu pelo y un corazón 
desbocándose en mi pecho.

¿Oyes eso?
Son mis miedos precipitándose hasta el suelo, 
huyendo, heridos de muerte,
al mismo ritmo que avanzan tus ganas
por cada esquina de mi cuerpo.


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