Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2013

Que sigan pasando los años

Mañana es 31 de diciembre, el día de dedicarle una despedida bonita al 2013, echar la persiana e inaugurar un nuevo año. Mañana es el día de un nuevo cambio de etapa, de un nuevo avance en nuestro camino de vida. Mañana, como cada 31 de diciembre, es el día de hacer el balance del año. Día de brindar por cada uno de los éxitos que han llegado y de celebrar cada nuevo compañero de viaje que ha entrado a nuestra vida. Día de dejar atrás todo lo menos bonito, todo lo que sólo consigue robarnos la sonrisa. Mañana, como cada 31 de diciembre, toca echar en la maleta todo lo bueno que hemos recibido del año que se va y llevarlo con nosotros hasta el nuevo año, dejando lo malo olvidado. Nunca he sido muy dada a eso de hacer propósitos para el nuevo año, principalmente porque todos se me suelen olvidar antes de llegar a estrenar febrero. Por eso, lo único que le pido al año 2014 es lo mismo que le pedía a los años anteriores: que sigamos viendo pasar los años, y que, sea como sea el nuevo ...

Mini-Sueño: Nada podrá borrarte

No sé si fueron tus ganas de estar presente o si fueron mis deseos por verte, pero lo único cierto es que aquella noche, aun sin poder estar, estuviste conmigo, aunque sólo fuese por una artimaña de mi mente. Y aún sabiendo que en realidad no estabas, por un momento llegué a sentirte, y volví a sentir lo que se siente cuando alguien te hace creer que eres invencible.  Es posible que no se pueda, que lo que queremos sea algo imposible, pero de alguna forma tú siempre estarás presente, porque ni tú quieres marcharte ni yo quiero dejarte ir. Así que, aunque no puedas hablarme, aunque no pueda tocarte, aunque no pueda verte, aunque el mismo destino se empeñe en decirnos que es imposible, sé que siempre, pase lo que pase, tu estarás presente. Porque hay lazos que nadie puede romper jamás, ni si quiera la muerte.

Esperanza, ilusión y motivos para sonreír

Mientras podamos disfrutar del brillo en los ojos de un niño, tendremos ilusión. Mientras sigamos siendo capaces de olvidar por un momento todos nuestros problemas y ambiciones para sentarnos a disfrutar al rededor de una mesa, tendremos esperanza. Mientras seamos capaces de olvidarnos de nuestro egoísmo y alegrarnos porque la suerte llegue dónde más se la necesita, tendremos motivos para sonreír. Más allá de tradiciones religiosas o costumbres, para mi eso es la Navidad. Una fecha marcada en el calendario que nos permite valorar todo cuanto tenemos, aunque el resto del año parezca que se nos olvide. Una fecha que nos recuerda que no todo está perdido, al contrario. Hace unas semanas recuerdo una conversación en la que me quejaba de la situación en lo que nos encontrábamos y en la que fantaseaba con conseguir todo aquello que no tenía a mi alcance. Ayer, en un descanso entre polvorón y polvorón, miraba a la pequeña de la familia sonriendo feliz al recordar como s...

Mini-Sueño: Días grises

Raro. Al día le da por vestirse de gris y se queda raro, dejándonos de un humor extraño. Pareciera que todos los días de lluvia están obligados a ser grises, y que todos los grises están llamados a ser tristes. Hoy el día se viste en tonos grises pero, ¿quién dice que no podemos ser felices? Hay grises que visten, que decoran, que colorean, que brillan con luz propia. Hay grises que más que empañarlo, resaltan el día. Existen muchos tipos de grises y no todos son tristes. Fíjate que a mí, hasta los peores grises me parecen alegres cuando eres tú quien los viste.

Las necesarias mentiras de la imaginación

Recuerdo que hace unos años, cuando miraba el cielo y lo veía repleto de pequeñas luces brillantes creía que lo que estaba viendo eran las velas que los ángeles encendían para poder alumbrarnos por la noche y seguir cuidando de nosotros. Es curioso, pero por tonta que parezca esa idea, a mi me parecía la explicación más lógica del mundo, y gracias a ella conseguía irme a la cama con la tranquilidad de que no podría pasarme. Cuando me despertaba por la noche y me veía sola en mi habitación, lo primero que hacía era dirigir mi mirada hacia la ventana, y entonces recordaba que los ángeles seguían alumbrándonos desde el cielo. Así desaparecía mi miedo y conseguía volver a dormirme. Ahora cada vez que miro el cielo, y por mucho que me esfuerzo, no consigo olvidarme de que esos puntos de luz que lo alumbran no son más que estrellas de "polvo" que se encuentran a años luz de nosotros y que nada tienen que ver con los ángeles ni pueden hacer nada para protegernos. De hecho, la m...

100 entradas

El viernes 25 de enero de éste año fue el día en el que decidí, por fin, llevar a cabo la idea que llevaba mucho tiempo rondando por mi mente: escribir un blog. Reconozco que ese día creé este blog pensando que, al igual que ha ocurrido con tantos otros proyectos a lo largo de mi vida, en pocos días me cansaría de él y terminaría por dejarlo olvidado. Hoy, domingo 8 de diciembre, me encuentro publicando la que será la entrada número 100 del blog, y de momento, no tengo ninguna intención de que sea la última. A lo largo de todos estos meses he tenido la oportunidad de compartir en mi blog todo tipo de historias, desde las más duras hasta las más alocadas. Y quizás puede haber alguien al que le extrañe esa rara mezcla de temas en el blog. No lo culpo, puede parecer "chocante" pasar de una entrada como "Heridas cerradas" a otra como "Crónica del alocado comienzo de un proyecto" o "Crónica de un relajante día campestre". Sin embargo, si en su día d...