Las relaciones son cosas de dos
Si hay algo en lo que se basa nuestra vida es en nuestra forma de relacionarnos con los demás, y son precisamente esas relaciones las que convierten a la vida en algo interesante que vale la pena vivir. Sin embargo, son esas mismas relaciones las que nos provocan los mayores quebraderos de cabeza, y porque no decirlo, las lágrimas más amargas.
Porque mantener una relación con otra persona, ya sea una relación de pareja o una de amistad, no es tan fácil como pudiese parecer. De hecho, al igual que ocurre con todo lo verdaderamente importante en la vida, no nacemos sabiendo relacionarnos con la gente. Nadie tiene ningún manual de instrucciones que le diga cómo funcionan las relaciones, ni tampoco existen "normas" en las que podamos basarnos, porque cada relación es un mundo totalmente distinto a todas las demás. Entonces, ¿quién es capaz de hablar de relaciones "buenas" o "malas? ¿Quién puede juzgar la fortaleza de una relación? ¿Acaso tiene alguien derecho a opinar sobre una relación?
Conozco el caso de alguien que hace un tiempo dejó a su novio de toda la vida para empezar una relación con una mujer a la que conocía desde hacía solamente dos semanas y que, además, vivía en otra ciudad. Recuerdo que en su momento todo el mundo, incluida yo, le dijimos que se lo pensara mejor, que esa relación no la iba a llevar a ninguna parte. Unos años después, aquella chica por la que lo dejó todo se ha convertido en su mujer y juntas han formado una familia maravillosa.
También conozco un ejemplo totalmente opuesto al anterior. En este caso se trataba de una de esas parejas que la gente suele tachar de "perfectas". Los dos se conocían prácticamente desde que eran unos niños, se llevaban estupendamente y parecían tener una complicidad envidiable. Creo recordar que no llegaron al año de casados...
La conclusión a la que llego con todo esto es que en las relaciones no hay nada escrito ni estipulado, y es precisamente esto lo que hace que nadie tenga derecho a juzgar una relación. En la mayoría de los casos, ni las dos personas implicadas en una relación son capaces de entenderla, ¿cómo podría yo atreverme a juzgarla?
Tal y como dicen, "una relación es cosa de dos", y solo esas dos personas son las que deben entenderla. Todo lo demás no tiene cabida, y simplemente sobra.
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