Entonces seré libre
A veces me gusta pensar que soy libre, y pongo tantas ganas en ello que hasta consigo que la gente me vea así, libre. Hay ocasiones en las que por un momento incluso puedo llegar a convencerme a mí misma de que lo soy, y sonrío al verme como un pájaro alzando el vuelo sin nada ni nadie que me detenga, tan alto como quiero llegar. Un pájaro que depende solamente de sí mismo. Pero no es más que un espejismo, una careta con la que trato de ocultarme a la realidad, aunque la realidad siempre te encuentra por muchas corazas y escudos que te cubran.
Es muy fácil engañar a los demás, demasiado. Todo el mundo puede ser a ojos de los demás una persona totalmente distinta a la que es en realidad. Sin embargo es imposible engañarte a ti mismo. Da igual el empeño que pongas, da igual que incluso a ratos creas haberlo conseguido, la desilusión siempre llega. La cruel realidad siempre acaba golpeándote en la cara. Cuando te enfrentas a tu propia mirada frente a un espejo, cuando te enfrentas a tu propia voz hablándote en los momentos de soledad y silencio... En esos momentos de nada sirven los espejismos que hayas creado, y de nada sirven tus intentos por esconder el problema hasta hacerte a la idea de que no existe. Tu realidad siempre consigue abrirse hueco para gritarte bien fuerte que no eres libre, que nunca lo has sido. De nada sirve esconder las cadenas para que nadie pueda verlas, de nada sirve que ni tu mismo las veas, porque aunque las escondas, esas cadenas seguirán atándote a una pared de la que nunca podrás huir si no las cortas.
No soy libre, por más que intente creérmelo, por más que me lo repita una y otra vez para grabármelo a fuego... No soy libre, ni lo seré mientras sienta la necesidad de convencerme a mí misma de que lo soy. Por más que a ratos los esconda en algún rincón mis miedos siguen ahí, acechando, porque incluso cuando consigo apartarlos no dejo de preguntarme cuánto tardarán en volver a salir.
A los miedos no se les vence ocultándolos ni echándolos a un lado, a los miedos hay que hacerlos desaparecer por completo. Y solo entonces seré libre, cuando no necesite convencerme de que realmente lo soy.
Comentarios
Publicar un comentario