Sueños desordenados

Te pediré perdón y me pondré a llorar cuando al llegar a casa recuerde que no estás. Me echaré a dormir y me obligaré a soñar para pensar en ti. Te volveré a encontrar Luego al despertar de nuevo te irás y yo te gritaré que no te quiero aquí. Y me arrepentiré,  y me pondré a llorar, te pediré perdón. Volvemos a empezar

Me pone de mal humor la gente que se cree superior al resto y que se cree con derecho a juzgar incluso aquello que no conoce, la gente que vive por y para criticar a los demás y no es capaz de ver sus propios errores. Me cansa la gente estúpida e impertinente que no conoce el respeto y que jamás aprendió lo que es la educación, esa gente malcriada que piensa que todo vale y que no tiene reparos en pasar por encima de quien sea. Me da asco la gente que opta por atacar la vida de los demás tratando de ocultar las carencias de la suya propia, la gente cobarde que no encuentra mejor forma para dárselas de valiente que burlarse de los demás...  Pero cuando te encuentras con uno de esos indeseables en el camino siempre aparece alguien para demostrarte que no todo está perdido, que aun sigue existiendo la gente noble y honesta que lleva el respeto por bandera y que puede presumir de tener empatía, la gente que conoce al dedillo el significado de la palabra "respeto". Gente que ...

Juro que estaba dispuesta a olvidarte, a dejarte atrás de una vez. Pero cometí el error de mirarte a los ojos, a esos que tantas veces me robaron el sueño, esos que aun sigo viendo cuando me desvelo. Cometí el error de dejarme atrapar por ellos, y me convencí de que aun nos queda tiempo.

A veces parece que nos olvidamos de algo que, aunque evidente, parece que a muchos les cuesta entender: No podemos controlar la vida de los demás.  Es absurdo pensarlo. No importa que nos inventemos mil y una historias, que busquemos pruebas donde no las hay para montar nuestras propias teorías, que tratemos de cerrar los ojos ante lo que resulta evidente y negar lo que todo el mundo es capaz de ver solo porque no nos gusta, que ataquemos a quien no opina lo mismo que nosotros y pretenda hacernos conocer otro punto de vista, que nos atrevamos a juzgar sin saber... No sirve de nada. Y no sirve de nada por la simple razón de que, puede que lleguemos a convencernos a nosotros mismos de lo contrario, puede que logremos engañarnos a nosotros mismos, pero la realidad es la que es y eso nadie lo puede cambiar.  Da lo mismo si esa realidad nos gusta o no, porque no es nuestra realidad, sino la de otra persona que tiene derecho a elegirla y a vivirla como mejor le parezca. Y sí, c...

No quiere que nadie la mire, lleva el alma despeinada. Se le hicieron nudo las mentiras  que le lanzaron a la cara. Lleva tiempo enfrentándose descalza a la vida,  nadando a contracorriente frente a una marea removida. A pesar de los golpes que azotan su cuerpo  no emite queja alguna. Hay cosas que duelen más que cualquier herida En su rostro un mosaico de arrugas  que no fueron creadas por el tiempo. En su piel pesan más los daños sufridos que todos los años que ha vivido. Joven de edad pero veterana en batallas, aunque se encargaron de robarle las ganas aun le siguen sobrando agallas.

No. No volveré a buscarte. No seré yo la que te salve de los miedos que se te rebelan de madrugada, porque aunque luche siempre vuelven, y cada vez más grandes. Y cada vez más fuertes No. Ya no quiero arroparte. No volveré a abrigarte cada noche, que luego nunca hay mantas para mí. Y al día siguiente me despierta el frío, de la ausencia de tu cuerpo junto al mío, que me dice que otra vez quisiste huir. No. No vuelvas a llamarme que ya no estaré. Me cansé de sostenerte a cada paso olvidándome de todo y olvidándome incluso de mí. Ha llegado el día en el que por mucho que llores no conseguirás hacerme volver. Porque esto ya no hay quien lo salve. Hoy sin más te digo adiós, y confieso que me encantó soñar contigo, aunque me cansara de no encontrarte al despertar

Dicen que no soy feliz contigo, que no eres suficiente para mí. Dime, si no me haces feliz,  ¿por qué se me iluminan los ojos? ¿Por qué recuperan el brillo al hablar de ti? Dime por qué, si es cierto que no te quiero,  mis ojos son capaces de encontrarte sin esfuerzo, incluso cuando las luces están apagadas. Y por qué mis manos se alzan atrevidas cada noche, buscando sin permiso tu cuerpo junto al mío. Dime si no te quiero, por qué cuando lo encuentro sonrío, y mi sueño, ese en el que solo tú tienes cabida,  justo en ese momento se queda tranquilo. Hay quien dice que no te quiero,  que no sabes hacerme feliz, que lo nuestro es algo efímero... Dicen demasiadas cosas,  y mientras ellos hablan yo te miro.

Dime dónde están mis ganas. Dime dónde las dejé. Que las volví a perder y no sé dónde fue. Que por más que busco no las encuentro. Y sin ellas ya no hay nada que hacer. Dime dónde están mis ganas. Dime quién me las robó. Quién dejó sin alegría a mis mañanas Quien llenó de frío mi interior. No. No las encuentro. Dentro de mí no quedan ganas. Y por mucho que lo intento ya no queda nada. Dentro de mí solo hay desierto. Y no sé cómo hacerlo desaparecer. Dime dónde están mis ganas. Dime dónde encontrarlas para poder seguir. Quiero volver a ser quien fui. Pero no sé cómo, y no encuentro el modo. Dime dónde están mis ganas Ayúdame a encontrarlas. Vuelve a dibujarlas como la primera vez. Por favor, hazme volver.

Un, dos, tres...Voy contando los días que me faltan para verte mientras me lleno la maleta con todos esos besos que no puedo darte. vete preparando para cuando llegue  que llevo demasiado tiempo atándome las ganas y están deseando liberarse y entregarte hasta la última caricia que llevo guardada en la piel.  ¿Por qué pasa tan lento el tiempo? ¿Por qué siento que todo va demasiado despacio? No disfruto del paisaje, y es que ni siquiera lo veo. Tras los cristales solo me encuentro con tu reflejo, al igual que cuando cierro los ojos e igual que cuando me despierto. Veo tu nombre escrito en cada cartel y cada cosa que veo me lleva a ti. Una canción que suena de fondo, una risa contagiosa que me recuerda a la tuya... ¿Cuánto queda para vernos? Tres, dos, uno... Abre los ojos cariño que ya estoy aquí contigo. No estás soñando ni te has perdido de nuevo en los recuerdos. Es mi voz la que te susurra al oído cuánto te he echado de menos, y mis brazos los que te estrechan contr...

No te engañes. No es el tiempo el que corre en nuestra contra. Nada puede hacer el tiempo contra aquellos que se dejan el alma en la lucha. El verdadero problema es que tú y yo hace tiempo que tiramos la toalla y decidimos sentarnos a esperar la llegada del final mientras nos esforzamos en buscar culpables sin mirarnos ni siquiera de reojo. No, no se trata del tiempo. No es él quien nos aleja. Somos nosotros los que nos huimos.