Aun le sobran agallas

No quiere que nadie la mire,
lleva el alma despeinada.
Se le hicieron nudo las mentiras 
que le lanzaron a la cara.
Lleva tiempo enfrentándose descalza a la vida, 
nadando a contracorriente
frente a una marea removida.
A pesar de los golpes que azotan su cuerpo 
no emite queja alguna.
Hay cosas que duelen más que cualquier herida

En su rostro un mosaico de arrugas 
que no fueron creadas por el tiempo.
En su piel pesan más los daños sufridos
que todos los años que ha vivido.
Joven de edad pero veterana en batallas,
aunque se encargaron de robarle las ganas
aun le siguen sobrando agallas.



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