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Mostrando entradas de septiembre, 2014

Yo que siempre dije

Yo que siempre dije que el amor era un mal juego entre dos que siempre escapa de control dejando tras de sí a un perdedor, ahora me encuentro aquí, apostando todo cuanto tengo, entregando hasta el último latido de este corazón por seguir tu juego. Y quizás me esté engañando mi ilusión y me he cegado en este sueño, quizás no tenga ningún sentido creer en estos cuentos, pero es que te me has colado tan dentro que ya no, mi amor, te juro que esto ya no tiene remedio. Créeme que no te miento si te digo que ni yo me entiendo, que por más que me busco en el espejo no me encuentro. Ya lo sé, que no hay rastro de quien fui Me perdí en el mismo momento que me dejé envolver por ti. No sé quién me mandará a mí meterme en estos líos, pero para ser sinceros, si me permites te diré, si hay que meterse en líos, que me enreden cuanto quieran, que valdrá la pena cualquier precio a pagar por estar contigo.

Mini-Sueño: Nunca aprendí a bailar

Te contaré un secreto: yo nunca aprendí a bailar. Pero siempre salto a la pista, y me infiltro entre los demás. Busco algún pequeño hueco y entonces empieza el juego. Aunque no sepa bailar, siempre se me dio bien disimular. Así que bailo aunque no sepa, aunque nunca siga el compás. Y casi nadie me lo nota, poca gente se da cuenta, de que toda mi seguridad, en verdad no es nada más, que una careta con la que oculto mi vergüenza.

El tiempo no fue perdido

Tanto me cegué en subir las escaleras que ni siquiera me paré a pensar,  si de verdad el esfuerzo merecía la pena. Y fue cuando subí y vi aquel panorama, cuando me di cuenta de que en realidad,  aquello que encontré no era lo que buscaba.  Oía las voces a mi espalda:  "¿Y ahora qué pensará hacer?" "¡Vaya putada!" Tranquilos todos, no pasa nada, que aunque me costara subir, estas escaleras las bajo en nada. Pero antes de irme, permítanme,  ahora que estoy tan alto me estoy fijando. que desde aquí se ve todo mucho más claro. Y míralo, ahí está,  el camino que tanto andaba buscando. No, si al final valdrá la pena.  Y después de todo,  el tiempo no lo he perdido. Más bien lo invertí y me ha servido, para encontrar por fin mi camino

Ella era especial

Descubrí en sus ojos olas más altas y salvajes que las de cualquier mar enfurecido, a pesar de estar en calma, y al mirarla bien de cerca descubrí rincones en los que cualquiera hubiese deseado haberse perdido. Comprendí al mirar sus ojos que escondían colores que jamás nadie pintó, y acordes que no se escucharon nunca en ninguna canción. Ella era especial. Cualquiera se daba cuenta al mirarla. Tenía la capacidad de hablar sin recurrir a las palabras, de acariciarte el alma sin rozar tu piel. Mirarla de frente era aprender una lección, tenerla cerca todo un privilegio. Sus abrazos eran de los que sabían a ayer a pesar del tiempo, de los que te hacían volar sin levantar los pies del suelo. En esta noche cualquiera de un verano casi terminado, aun la recuerdo, y aunque no la tenga delante casi puedo verla, con una de esas sonrisas tan suyas que serían capaces de hasta derretir el hielo. Sí, ella era especial.

Mini-Sueño: Te veo venir de lejos

No disimules que te veo venir de lejos. Ya reconozco el eco de tus pasos retumbando en el silencio. Poco han cambiado a lo largo de estos años. Vienes de nuevo pidiendo tu hueco, asumiendo que después de todo aun lo tengo. ¿Cómo tengo que decirte que simplemente ya no existe? ¿Cuándo entenderás que ese hueco ni siquiera lo tuviste?

Mini-Sueño: Días de lluvia

Me perdí en mis recuerdos mientras la lluvia caía sin descanso llenando de charcos la calle. Pude vernos a ti y a mi corriendo bajo el agua en una tarde de invierno, y al contrario de la gente que ahora veo pasar esquivando charcos, nosotros nos divertíamos saltando en ellos, poniéndonos perdidos de barro. Yo cogía tu mano y tú te dejabas llevar, sin importar a dónde te llevara, olvidándonos de que el agua nos mojaba. En aquellas tardes de risas y carreras poco más importaba más allá de nosotros y aquel rato. Se me escapó una sonrisa mientras veía la lluvia caer tras el cristal, porque más que la lluvia, era tu imagen la que ocupaba mi mente. Pero ya nada es igual que antes. Hace demasiado tiempo que hasta los días de lluvia saben diferente.

¿De verdad vale todo?

Ayer llegaba a mis oídos la noticia de que durante estos días anda circulando a través de las redes sociales un vídeo en el que , al parecer, se muestra el trágico momento en el que un hombre de unos 80 años decidía suicidarse, un suceso del que no ha trascendido prácticamente nada en los medios locales, tal y como suele ocurrir en estos casos.  En primer lugar, no me cabe en la cabeza que alguien que se encuentra por desgracia ante una situación semejante mientras camina por la calle, tenga la sangre fría de sacar su teléfono móvil para inmortalizar la escena en un vídeo que posteriormente compartirá en las redes sociales como si de un espectáculo callejero se tratase. Tengo que decir que hay que ser muy hijo de puta (y perdón por la expresión)  para hacer algo así, pero también hay que tener muy poca vergüenza y muy pocos escrúpulos para compartir dicho vídeo y hacerlo circular como la espuma a través de las redes sociales. A día de hoy no soy consciente de si ese ...

Cómo pasa el tiempo

"Parece mentira como pasa el tiempo" . Me viene a la mente la infinidad de veces que he escuchado esa frase en boca de mi abuela y de mis padres sin haberme detenido en ella, y es en días como hoy cuando realmente le encuentro todo el sentido. Aunque parezca mentira ya han pasado 22 años desde que me estrené en el juego este de vivir, y lo hice con un berrinche de tres pares de narices y a unas horas muy poco oportunas de llegar. Y es que ya desde pequeñita andaba avisando que conmigo eso de hacer planes casi nunca suele funcionar. Fue el día 12 de septiembre de 1992 cuando por alguna extraña razón yo llegaba al mundo con una meta clara que cumplir en la vida, la cual, por supuesto, no tengo ni la más remota idea de cuál es ni dónde se encuentra, por lo que voy improvisando desde que nací sin saber dónde acabaré. Confieso que creo en el destino, pero también pienso de él que es bastante caprichoso, porculero (con perdón de la expresión), y que a veces se despista, por lo ...

Hoy necesito pedir perdón

La infancia es nuestra etapa más feliz. Se trata de un momento en el que nuestra inocencia nos convierte en pequeños seres a los que los adultos protegen llevándonos entre algodones y haciéndonos ver que la vida es un mundo repleto de colores y diversión. Durante esa parte de nuestra vida crecemos pensando que los mayores problemas que existen en el mundo se reducen a no poder salir una tarde a jugar al parque porque está lloviendo, o que tu madre te castigue sin poder ver los dibujos por haber hecho alguna trastada. Los niños no conocen el mundo que les rodea ni saben cómo funciona la vida. Y es precisamente esa ignorancia respecto al mundo que nos rodea la que hace de la infancia una etapa mágica, pero también la que nos convierte en seres frágiles e indefensos ante el resto del mundo. Recuerdo que cuando tenía 6 años alguien decidió arrebatarme mi inocencia de un plumazo y enseñarme, sin ningún tipo de tacto, que la vida no era ese cuento de hadas que siempre me habían contado....

Buscando rayos de luz

No todo en la vida son las risas, la fiesta, las luces y los días coloridos. También se dan esos días grises de enfados, contratiempos, desilusiones y tristeza. Es algo inevitable y necesario al mismo tiempo. ¿Cómo disfrutar de los logros si no conocemos el fracaso? ¿Cómo aprender a valorar las risas si jamás hemos llorado? ¿Cómo descubrir la magia de los días coloridos si nunca hemos visto un día gris? No siempre alcanzamos nuestras metas ni salen bien todos nuestros planes. Al contrario. Hay días en los que no nos sale nada y todo parece estar al revés de como debería. Y a nadie le gustan esos días, por eso siempre nos enfadamos con el mundo y lo vemos todo negro. Pero esos días siempre terminan por largos que parezcan, y es al final del día cuando somos capaces de apreciar que hasta en los días negros se cuelan rayitos de luz que buscan iluminarnos cuando nosotros hemos perdido las ganas de brillar. Los amigos que se esfuerzan por sacarte una sonrisa cuando quieres llorar, ...

Vanesa Martín. Crónica de un baile

Cuando alguien es capaz de describir cada uno de tus sentimientos. Cuando la magia casi se puede notar y se materializa en forma de canción. Cuando las melodías te hacen viajar a momentos, a lugares y a recuerdos.  Cuando las letras te arañan por dentro y se hacen tuyas desde el primer momento. Cuando las canciones te arropan y te cierran los ojos, te despiertan los sentidos y te hacen volar. Cuando por un momento llegas a creerte que las emociones se pueden tocar. ... Hoy no vengo a contar ninguno de mis sueños. Hoy simplemente quiero dar las gracias a Vanesa Martín por sentir como siente, y por mimar tanto a la música. Jamás me había emocionado tanto con un disco como con " Crónica de un baile ", y una vez más ha conseguido dejarme sin palabras ante tanta perfección. No sé qué tendrás, pero tengo claro que tú no eres de este mundo. Vengo comprobando desde los discos anteriores que eres grande, pero jamás imaginé que tanto. Hoy, aun con la resaca de la primera...