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Mostrando entradas de abril, 2014

Uno de esos días

Es en estos días cuando no puedo evitar mirar al cielo y gritarle en silencio la pregunta que siempre me he hecho, aquella que nunca encontrará respuesta. ¿Por qué tuviste que irte? ¿Por qué ya no te tengo aquí conmigo? Es en días como hoy, en los que me puede la nostalgia, cuando necesito enfadarme con el mundo, aunque sea injusto, aunque nadie tenga la culpa. Y sé que a ti no te gustaría, y que si estuvieras aquí incluso te enfadarías.  Es curioso, pero eso es lo único que me hace sonreír en días como hoy. Pensar que desde algún lugar me sigues mirando, y que al verme hacer lo que no te gusta sigues poniendo los ojos en blanco como siempre hacías. Incluso  puedo imaginar lo que me dirías, y sonrío, como sonreía cuando te veía hacerlo. Creo que ese es el motivo por el que lo hago. Puede que lo que busque no sea más que darte un motivo para que estés donde estés, estés pendiente de mí. Podrá parecer contradictorio, pero cuando más pienso en ti más sonrío, y cuánto más so...

A ella, la música

A mi amiga. A mi compañera. A aquella que calma cada una de mis penas. A quien celebra todas mis alegrías. A quien está presente en cada uno de mis días. A quien me convence de que puede ser blanco,  aunque absolutamente todos digan negro. A quien siempre tiene las palabras justas, aunque no sepa siquiera cuál es el problema. A quien nunca me corta las alas. A quien me anima a perseguir mis sueños. A quien esta presente en todo momento. A ella, por ser aquello que no se puede explicar. A la música, por ser uno de los motores que me mueve... GRACIAS!

Vamos perdiendo nuestra libertad

Recuerdo unos años en los que lo único importante era disfrutar de cada momento sin importarnos absolutamente nada de lo que nos rodeaba, unos años en los que no nos parábamos a pensar en nada más que no fuese pasarlo bien. Parecerá una tontería, pero hay una imagen de mi infancia que tengo muy marcada. Recuerdo como hace años me vestía sin pararme a pensar en si los colores de la camiseta combinaban con los de los pantalones o con los zapatos, simplemente me ponía mi camiseta favorita y los pantalones que más me gustaban y salía a la calle sin pararme a mirarme en el espejo. Y puede que más de la mitad de las veces que salía a la calle lo hiciese vestida de una forma horrible, pero yo era tan feliz por llevar lo que quería que ni me daba cuenta de ese pequeño detalle. Ahora es cierto que tampoco es que sea demasiado presumida y que no se puede decir que entienda mucho de moda, pero nunca salgo de casa sin  mirarme al espejo y pararme a pensar si la ropa que llevo es adecuada o no...

Mini-Sueño: Es fácil dejar de soñar

Preguntaste si era fácil dejar de soñar y te dijeron que sí, que bastaba con cerrarle las puertas a tu imaginación. Te convenciste de que realmente sería así, y lo primero que hiciste fue soñar con dejar de hacerlo. Fue entonces cuando al fin lo aprendiste: Desde la persona más loca hasta el más cuerdo, nadie es capaz de vivir sin ellos, todos estamos hechos a base de sueños.

No compres animales. ADOPTA

Hace unas semanas un amigo me habló de una protectora de animales con la que él colabora y me ofreció la posibilidad de apuntarme como voluntaria para echar una mano en el cuidado de los animales. Desde entonces suelo ir una o dos veces por semana, y aunque en un primer momento tuve mis dudas, lo cierto es que solo una hora con los animales fue suficiente para tomar la decisión de apuntarme. Allí he conocido la historia de Popo, un pastor alemán de 5 años con problemas de audición al que sus dueños abandonaron a su suerte en una carretera. Llegó a la protectora después de que un coche lo dejara bastante malherido tras varios días deambulando por la zona donde lo abandonaron. También conocí la historia de Triana, una Yorsay que llegó a la protectora después de que su dueña falleciera y nadie pudiera hacerse cargo de ella; la de Miky, un mestizo de 2 meses al que dejaron en una caja de zapatos, o la historia de Lucho (2 años) y Eva (año y medio), dos galgos inseparables a los que en...

Tú ya no estás

Otra noche sin dormir. Resuenan los ecos del ayer. Las voces de un tiempo mejor. Cuando aun teniamos tanto por hacer. ¿Quién se acuerda de reír? ¿Quién se molesta en  llorar? ¿Quién se escuda en el rencor? ¿Quién sigue viviendo si no estás? Tú ya no estás. Otro dias más. Una nueva cuesta por subir. Un nuevo reto que afrontar. Otro final al que temer, cuando llegue la noche. Ya sé que tú no estarás. Que no piensas volver. Toca seguir sin ti, lo sé. Da igual lo que cueste. Aunque te vea en el cristal. Y siga imaginándome tu voz. Aunque aún te sienta cerca. La verdad es que no ya estás. Que ya nunca lo estarás. Quizás mañana me de igual. Y no será en ti en quien piense. Quizá mañana ya no estás. Y desapareces de mi mente. Puede ser que al despertar. Vuelva a sentirme libre. Y tu recuerdo solo sea un mal sueño. Pero eso esta noche me da igual. ¿Quién se acuerda de reír? ¿Quién se molesta en  llorar? ¿Quién se escuda en el rencor? ¿Quién sigue vi...

Digámonos adiós

Quizás nuestro tiempo pasó, o a lo mejor es que nunca llegó a ser nuestro. Puede que tanto tú como yo nos esforzáramos en creer algo que no era cierto, y le vencieran las ganas a la propia realidad. Puede que ahora estemos pagando por aquella locura, por aquellos errores que no quisimos o no pudimos evitar. Puede que la culpa sea tuya por entregar demasiado, o puede que sea mía por no querer entregar de más. Puede incluso que en esta historia no haya culpables ni detonantes, sino que simplemente ocurrió porque tenía que ocurrir. No lo sé y lo cierto es que poco me importa. Lo único que tengo claro es que las historias, en el momento en el que se llenan de reproches y de malas caras que empañan los recuerdos bonitos, es mejor darlas por terminadas. ¿Para qué empeñarnos en lo que podría haber sido? ¿Para qué esforzarnos en maquillar un final que hace tiempo que llegó? ¿Para qué seguir nadando a contracorriente y sin salvavidas? Lo siento, pero creo que ha llegado el momento. Antes de qu...

La eternidad en una mirada

Se miraban entregándose la inmensidad del mar, como si fuera la primera vez que sus ojos se miraban, como si no existiese nadie más. Y así las encontró la luna, enredadas en una mirada eterna, de esas que arrancan sonrisas, de esas que arañan el alma, de esas que no necesitan palabras. Dos personas, dos vidas enlazadas a través de una mirada. Hay miradas que son capaces de hablar, miradas incapaces de esconder la verdad. Y aquella, aquella era una de esas miradas. Dos personas, dos vidas. Una mirada, y la eternidad.

Déjame decirte adiós

Volveré a hacerte daño, lo sé. Volverás a llorar en la noche, pensando en si voy a volver. No vale la pena que sufras. Por favor, no quieras saber de mí. ¿Qué importa si alguna vez te quise? ¿Qué cambia el saber que te sigo queriendo? Aun guardo en mi mente tus ojos sufriendo, y tus mejillas mojadas por mí. Déjame decirte adiós, ahora que aun tengo mi conciencia tranquila. Déjame marcharme, antes de que empiecen las mentiras. No me oigas si te digo que te echo de menos, no dejes que te estreche entre mis brazos. No vayas a hacerme caso, que nos estarías condenando. Nuestro destino es el fracaso, amor, no te esfuerces en cambiarlo. Deja atrás el pasado, ahora que ya lo empezamos a olvidar. Que no te engañen tus recuerdos, que no nos puedan las ganas de vernos, porque sé que sufrirás. Déjame decirte adiós, ahora que aun tengo mi conciencia tranquila. Déjame marcharme, antes de que empiecen las mentiras.

Mini-Sueño: Días buenos. Días raros

Hoy es un día más, de esos que ni bueno ni malo, ni blanco ni negro. Hoy es uno de esos días que nada tienen de especial, que tal como llegan se marchan sin dejar nada especial para el recuerdo. De esos días con sus cosas buenas y sus cosas malas, de esos que no consiguen destacar sobre el resto de días.  Ayer , sin embargo, fue un día especial, de esos que dibujan sonrisas y que consiguen grabarse en la memoria, de esos que no te cansas de recordar una y otra vez, de esos que consiguen que no quieras verlos terminar, de los que te llenan de fuerza. Y es curioso, pero si los comparo la única diferencia que soy capaz de encontrar entre ellos es que hoy tú no estás. Quizás sea eso... Quizás hoy el día no tenga nada de raro, quizás solo sea que te echo de menos.

Micro-Sueño: Solo tierra

A cada paso se van haciendo más fuertes los pies y más frágiles las piedras hasta que, al final, la piedra más grande y puntiaguda queda reducida a tierra que se puede retirar tan solo con un soplido. Y al mirar hacia atrás parece mentira que lo que ahora te cuesta ver a unos pocos pasos de tí te haya dado miedo en algún momento... Hasta la montaña más alta está hecha de tierra, y esos es lo único que debemos ver al mirarlas, solo tierra.

Errores

Error tras error. Así va avanzando mi vida. Cuando parece que al fin consigo encontrar mi lugar resulta que me encuentro ante una nueva situación que me obliga a fallar. A fallar a quien espera algo de mí, a fallar a quien siempre me tuvo confianza, pero sobre todo a fallarme a mi misma... Un error tras otro, tantos que ya hace tiempo que perdí la cuenta, años que se quedó pequeña la lista de mis errores. Y podría prometer, como he hecho otras veces, que éste será el último error que cometa, que después de hoy no volveré a fallar, pero la experiencia me dice que no es cierto, que pase lo que pase y prometa lo que prometa, volveré a fallar, y quizás la próxima vez mi error será aun más grande. Hace tiempo escuché que el peor error que podíamos cometer era tener miedo a fallar, porque ese miedo era el desencadenante de cada uno de nuestros errores. Puede que sea cierto, y de ser así, no sé hasta que punto somos capaces de desprendernos de ese miedo. Lo que sí tengo claro es que,...

Cualquier noche

Cualquier noche me siento a tu lado y te acaricio el pelo, para arroparte en silencio y espantarte los miedos. Cualquier noche susurro en tu oído un te quiero, a ver si con suerte me cuelo en tus sueños, y soy en tu vida algo más que un recuerdo. Cualquier noche le pido a la luna que nos detenga el tiempo, que no tengamos más que este momento. Cualquier noche le pido al viento que nos haga levantar el vuelo, y que nos lleve lejos, muy lejos del suelo. Cualquier noche le pido a una estrella que me conceda un deseo, y renuncio a toda mi vida a cambio de un beso. Cualquier noche me despierto y descubro que no ha sido solo un sueño, y al darme la vuelta te descubro durmiendo, y me refugio en tu cuello. Cualquier noche, ¿quién sabe? Quizás me deshaga del miedo y haga realidad mis sueños.

Mini-sueño: No quiero brasas

Cuando lo único que quedan son las brasas de un fuego que antes lo quemaba todo y ahora apenas calienta... Unas brasas que se aferran a los soplidos del traicionero viento para no morir apagadas, pero que saben que nos les queda mucho tiempo. Y se esfuerzan por dar lo mejor de sí antes del final, sabiendo que quizás mañana será tarde, y el fuego abrasador habrá dado paso al difuso humo, y el humo pronto se habrá marchado. Y entonces no quedará nada. Ni llamas, ni brasas, ni cenizas, ni humo. Porque un fuego apagado no deja rastro más allá del recuerdo. No nos conviertas en brasas que se esfuerzan inútilmente por volver a arder como antes. Prefiero la nada a un fuego no resuelto, de futuro incierto aunque predecible.

Micro-Sueño: Brillando bajo la lluvia

Aquella noche la lluvia también quiso ser testigo mudo de lo nuestro, y se presentó sin avisar. Tu ropa manchada, tu pelo empapado y yo, que creo que nunca había visto tanta belleza de cerca, ni siquiera era capaz de hablar. No hubo palabras, no fueron necesarias. Bastaban tus ojos gritando en silencio y mi pulso revelando las ganas, nuestras manos jugando a escondidas y tu sonrisa canalla.... Fue una oscura noche de lluvia donde curiosamente más brillamos.