Uno de esos días
Es en estos días cuando no puedo evitar mirar al cielo y gritarle en silencio la pregunta que siempre me he hecho, aquella que nunca encontrará respuesta. ¿Por qué tuviste que irte? ¿Por qué ya no te tengo aquí conmigo?
Es en días como hoy, en los que me puede la nostalgia, cuando necesito enfadarme con el mundo, aunque sea injusto, aunque nadie tenga la culpa. Y sé que a ti no te gustaría, y que si estuvieras aquí incluso te enfadarías.
Es curioso, pero eso es lo único que me hace sonreír en días como hoy. Pensar que desde algún lugar me sigues mirando, y que al verme hacer lo que no te gusta sigues poniendo los ojos en blanco como siempre hacías. Incluso puedo imaginar lo que me dirías, y sonrío, como sonreía cuando te veía hacerlo. Creo que ese es el motivo por el que lo hago. Puede que lo que busque no sea más que darte un motivo para que estés donde estés, estés pendiente de mí.
Podrá parecer contradictorio, pero cuando más pienso en ti más sonrío, y cuánto más sonrío mayor es mi cabreo con el resto del mundo, porque cuando más sonrío por los recuerdos más me doy cuenta de lo que he perdido. Ya lo sé. No tengo motivos y sé que no te gusta que lo haga, pero en días como hoy necesito echarle la culpa a alguien. En días como hoy necesito cabrearme con el mundo. No me lo tengas en cuenta. Al fin y al cabo mañana será otro día y volveré a reconciliarme con el mundo, al menos hasta que llegue otro de estos días.
Es en días como hoy, en los que me puede la nostalgia, cuando necesito enfadarme con el mundo, aunque sea injusto, aunque nadie tenga la culpa. Y sé que a ti no te gustaría, y que si estuvieras aquí incluso te enfadarías.
Es curioso, pero eso es lo único que me hace sonreír en días como hoy. Pensar que desde algún lugar me sigues mirando, y que al verme hacer lo que no te gusta sigues poniendo los ojos en blanco como siempre hacías. Incluso puedo imaginar lo que me dirías, y sonrío, como sonreía cuando te veía hacerlo. Creo que ese es el motivo por el que lo hago. Puede que lo que busque no sea más que darte un motivo para que estés donde estés, estés pendiente de mí.
Podrá parecer contradictorio, pero cuando más pienso en ti más sonrío, y cuánto más sonrío mayor es mi cabreo con el resto del mundo, porque cuando más sonrío por los recuerdos más me doy cuenta de lo que he perdido. Ya lo sé. No tengo motivos y sé que no te gusta que lo haga, pero en días como hoy necesito echarle la culpa a alguien. En días como hoy necesito cabrearme con el mundo. No me lo tengas en cuenta. Al fin y al cabo mañana será otro día y volveré a reconciliarme con el mundo, al menos hasta que llegue otro de estos días.
Comentarios
Publicar un comentario