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Mostrando entradas de diciembre, 2015

Al año que viene le pido

A enero sólo le pido un sofá con manta en la mejor compañía. A febrero que nos tenga reservada alguna que otra alegría.  A marzo le pido tardes de sol en las que celebrar la vida. A abril que nos haga llegar, sin necesidad de dinero, la fortuna. A mayo que nos permita escaparnos de la rutina. A junio le pido besos y susurros junto a una hoguera. A julio que nos regale una segunda primavera. A agosto días interminables de sol y playa. A septiembre que nos conceda brindis a la luz de la luna. A octubre no le pido nada, mejor que me sorprenda. A noviembre que vuelva a pasarlo contigo. A diciembre le pido un balance positivo.

Todo menos tu rutina

Puedo ser cualquier cosa que me pidas. Te lo juro, puedo serlo todo. Tu acierto o tu error. Tu presente o tu adiós. Tus lágrimas, tu sonrisa, tus miedos o tus dudas. Tu escudo o tu diana. Tu puerta cerrada o tu mano tendida. Puedo serlo todo menos tu rutina. Eso, por favor, jamás me lo pidas. No me conviertas en tu clavo ardiendo, en tu "menos es nada", en el monigote que calienta el otro lado de la cama. No me conviertas en el florero del salón, ese que siempre ves pero que nunca miras. Conviérteme en un recuerdo si quieres, pero no seré tu rutina.

Propongo un brindis

Propongo un brindis por todos aquellos que te hacen creer en la magia sin necesidad de trucos. Por los que llegaron de casualidad con el firme propósito de quedarse para siempre. Por los que son capaces de reducir la mayor de las distancias hasta convertirla en algo insignificante. Por los que siempre están presentes, sin excusas ni reservas. Propongo un brindis por todos aquellos que afrontan la vida con una sonrisa. Por los que saben buscarle un punto positivo a los días por muy mal que se hayan dado. Por los que celebran la vida con todas sus risas y todos sus llantos. Propongo un brindis por todos aquellos que siguen entregando lo mejor de sí mismos sin miedos ni caretas, a pesar de haber recibido algún que otro desengaño. Por los que llevan su verdad por bandera. Por los que saben mirar dejando atrás los prejuicios. Por los que disfrutan de su libertad sin dejar atrás el respeto. Propongo un brindis por todos aquellos que entienden la vida como el mayor de los regalos...

La ciudad nunca descansa

La ciudad nunca descansa. Se juntan en la estación los abrazos del reencuentro con los besos que saben demasiado a despedida. Una muchacha pronuncia un "te llamaré todos los días" y el muchacho sonríe, aunque sabe que es mentira. Una mirada es capaz de gritar todo aquello que los labios jamás dirían. Los pasillos parecen demasiado cortos para quien lleva de equipaje las dudas. Se hacen largas las colas para quién anhela en silencio una nueva vida. La ciudad nunca descansa. En el parque los niños derrochan su juventud a mares mientras los ancianos, a unos metros, escurren las últimas gotas. En un banco una mujer que mira con envidia el abrazo de una madre a su niña y se pregunta por qué es tan injusta la vida. En un rincón una joven pareja sonríe tontamente mientras no pierde la ocasión de hacer manitas. Y más allá otra pareja poniendo punto y final a una vida en común mal compartida. Siempre hay historias latiendo y caminos que se entrecruzan. Siempre hay un pun...

Me entrego a ti sin remedio

Despierta la mañana al ritmo de tus besos. Se derraman tus ganas y se enciende mi cuerpo. Me miras. Te miro. Me sientes. Te siento. Tú te entregas y yo me pierdo. Tú avanzas segura. Me caminas sin miedo. Yo cierro los ojos. Sentidos al vuelo. Te buscan mis manos. Me encuentran tus labios. No hay prisas que valgan si vamos al cielo. Bajo las sábanas tus caricias borran el tiempo. Derrotadas quedan las dudas en el suelo. Te miro a los ojos y siento que eres un sueño. Pero no lo eres y por eso te quiero. Tienes el sabor de la miel en tu cuello. Guardas el olor a mar enredado en tu pelo. Descubro mi hogar en tu pecho. Y me entrego a ti sin remedio

Un par de minutos

Un par de minutos. Ese fue el tiempo que necesitaron mis ojos para descubrirte y decidir que les encantaba mirarte. Y a cada nuevo gesto tuyo, más imposible se me hacía apartar los ojos de ti. Después te dio por reír y fue cuando todos mis sentidos se apuntaron a la fiesta y dejaron de hacerme caso, empeñados en sacarte a bailar. Poco más tarde llegaron las conversaciones, los paseos, las cenas, las bromas, las miradas compartidas y las sonrisas sinceras, y fue el momento en el que me descubrí irremediablemente rendida ante ti.  No fue fácil. También hubo hueco para las dudas y algunos que otros miedos empeñados en ponernos la zancadilla. No faltaron las inseguridades y los fantasmas del pasado buscando su momento de gloria. Fantasmas que fuimos derrotando caricia a caricia, beso a beso, impulso tras impulso... Porque los fantasmas no tienen cabida en nuestro mundo.  Poco a poco el tiempo fue siguiendo su curso, quizás sin que fuéramos realmente conscientes de ello, y...

Mini-Sueño: La felicidad

A la soledad le he robado más de un baile. Con la melancolía he coqueteado descaradamente en alguna que otra madrugada. En ocasiones, como todos, me ha tocado enfrentarme a la tristeza y todas sus armas. Y la felicidad... Bueno, ella siempre ha ido por libre. Nadie sabe cuándo viene ni por cuánto tiempo, nadie puede atraparla ni se sabe dónde buscarla, pero al final siempre termina apareciendo. Y mientras lo haga, lo cierto es que poco importa el tiempo que vaya a quedarse.

El mundo cobra sentido

El sol hace ya demasiadas horas que se fue a dormir y las calles andan prácticamente desiertas. La casa se mantiene casi en silencio mientras los reflejos de un televisor al que nadie hace caso se encarga de romper la oscuridad en el salón. Están dando una película de miedo, o quizás haya empezado ya uno de esos concursos absurdos de madrugada. Si te digo la verdad no tengo ni idea. Hace ya varios minutos que todos mis sentidos se han centrado en ti...  En ti y en tu expresión tranquila. En ti y en la manera en la que de vez en cuando sonríes mientras duermes acurrucada en mi regazo. En ti y en la forma en la que frunces el ceño cuando mi dedo travieso se aventura a dibujar tu frente. En ti y en ese idioma indescifrable que utilizas para quejarte cuando soplo cerca de tu rostro. En ti y en tu mano aferrándose a la mía. En ti y en el movimiento acompasado de tu pecho al respirar. En ti y en las cosquillas que deja tu pelo en mi brazo al moverte. En ti y en el escalofrío que me ...

Adopta. No compres

Salgo del centro comercial y justo antes de llegar a la puerta me encuentro con la mirada de los animales expuestos en el escaparate de una tienda. Las urnas de cristal están ocupadas por un hurón, 2 cachorros de bulldog que comparten cama, un chihuahua acurrucado en una esquina y dos gatos. Frente al escaparate hay varios niños acompañados por sus padres, y alguno deja caer cosas como " mira que feliz está el cachorrito".  Y yo lo miro y la verdad es que no veo la felicidad por ningún sitio. Son animales que pasan muchas horas al día metidos en urnas en las que no pueden dar más de cuatro pasos sin encontrarse con una pared y cuyos ratos de "juegos y descanso" consisten en salir unos minutos a un pasillo estrecho dentro de la propia tienda. Es curioso, pero ellos son los """afortunados""", porque posiblemente a ellos los acabarán comprando por eso de que " es que son bonitos y de raza" , y con suerte vivirán con una fami...

Podría negarte 100 veces

Lo siento. Siento salir huyendo a toda prisa de tu casa a la mañana siguiente, pero es el miedo quien me obliga a correr mientras mi corazón ya no sabe cómo convencerme de que de media vuelta y te abrace durante toda una vida. Quizás suene a frase hecha, pero eres todo lo que siempre he estado buscando. Eres aquello que anhelaba en mis largas noches de insomnio aunque no fuera consciente, y tenerte ahora delante asusta, y mucho. Asusta no saber hacerte frente, asusta que no funcione y te conviertas en esa herida que jamás se borra y que ni el tiempo es capaz de curar. Porque lo tengo claro... Tú no eres como el resto de historias, ni mucho menos, y por eso me esfuerzo en negarte. Y podría negarte 100 veces más en voz alta, y aún así seguirías formando parte de mí. Y aún así seguirías viviendo en mi mente las 24 horas del día. Y aún así seguiría pensando en ti al descubrir nuevas ciudades. Y aún así seguiría visualizando tu sonrisa cuando alguien me hable de la felicidad. Y aún así seg...