Adopta. No compres

Salgo del centro comercial y justo antes de llegar a la puerta me encuentro con la mirada de los animales expuestos en el escaparate de una tienda. Las urnas de cristal están ocupadas por un hurón, 2 cachorros de bulldog que comparten cama, un chihuahua acurrucado en una esquina y dos gatos. Frente al escaparate hay varios niños acompañados por sus padres, y alguno deja caer cosas como "mira que feliz está el cachorrito". Y yo lo miro y la verdad es que no veo la felicidad por ningún sitio. Son animales que pasan muchas horas al día metidos en urnas en las que no pueden dar más de cuatro pasos sin encontrarse con una pared y cuyos ratos de "juegos y descanso" consisten en salir unos minutos a un pasillo estrecho dentro de la propia tienda.

Es curioso, pero ellos son los """afortunados""", porque posiblemente a ellos los acabarán comprando por eso de que "es que son bonitos y de raza", y con suerte vivirán con una familia (y digo con suerte, porque hay quien se olvida de que los cachorros no son peluches que se van a quedar así toda la vida, y cuando el cachorro se convierte en una carga decide que lo mejor es deshacerse de él). Mientras tanto, las protectoras siguen estando saturadas, repletas de animales que siguen esperando su oportunidad de encontrar a una familia que les quiera y les permitan entregarle todo su cariño. Animales cuyos "delitos" para acabar en una protectora (después de haber sido maltratados, y después de haber estado viviendo en la calle en su mayoría) son, entre otros tantos motivos absurdos:

    1. Haber crecido
    2. Haber dejado de servir para la caza
    3. Dar a luz.
   4. Ladrar demasiado (algo lógico cuando un animal pasa las horas encerrado, sin pisar la calle, y amarrado     a una correa que no le permite moverse)
    5. Estar enfermo.
    6. Ser viejos

Se trata de animales que han conocido la parte más cruel del ser humano y que no han tenido, ni mucho menos, una vida fácil, y aún así son animales que siguen entregando su cariño a todo aquel que se acerca a la protectora. Porque ellos no guardan rencor ni tienen ningún tipo de prejuicio. Porque a pesar de todo lo que han sufrido, son animales que siguen manteniendo la nobleza en la mirada y que han aprendido a valorar como nadie cada muestra de cariño. Ellos, aunque tendrían más motivos que nadie para "odiar" a la gente, siguen entregando su cariño de forma desinteresada aunque no te conozcan de nada. Y basta acercarte a una protectora de animales para enamorarte completamente de ellos. Porque puede que no sean animales de raza, y puede que algunos de ellos sean de los que la gente cataloga como "feos" (aunque basta con mirarlos a los ojos para saber que eso no es cierto), pero son animales con unos valores increíbles... Unos valores que a los humanos nos faltan.

Por favor, no seáis cómplices del negocio tan asqueroso que se esconde detrás de esas tiendas de animales. No sigáis sucumbiendo a las escenas tan tiernas que intentan recrear algunas tiendas de animales en sus escaparates. No sigáis condenado a un animal solo porque no es de raza, solo porque no es "bonito", solo porque no es un cachorro, solo porque vive en una protectora... Los animales no son juguetes con los que hacer negocio sin importar las consecuencias, son vidas, no lo olvides durante estas navidades, y no lo olvides nunca. No compres. ¡Adopta!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ojalá pudieras verte como yo te veo

Si me permites un consejo

El acoso de los talifanes