El dolor es necesario
En cierta forma es bonito poder sentir la ausencia de alguien. Al fin y al cabo, esa ausencia que ahora sientes es un reflejo de que hubo alguien que consiguió llenar un hueco en tu vida. Las lágrimas que derramas cuando añoras a alguien equivalen a las veces que sonreíste gracias a esa persona. Y sí, es cierto que duele sentir que pierdes a alguien, pero esa es una sensación exclusiva de aquellos afortunados que tuvieron la suerte de compartir sus horas con otra persona, de aquellos que recibieron tanto de otra persona que no saben cómo seguir adelante sin ella. Hay quien vive tratando de evitar sentir esa ausencia en sus vidas, y para ello se condenan a no vivir, a no dejar que nadie pase esa barrera que lo hace convertirse en alguien imprescindible. Creen que así se ahorrarán el dolor, pero no son conscientes de todo lo que dejan escapar sin darse cuenta. El dolor forma parte de la vida, y quien no lo siente es porque nunca ha llegado a vivir. El dolor está unido a la felicida...