Perder el control


Reconozco que siempre me han dado miedo los cambios que se iban produciendo en mi vida, y que nunca me ha gustado esa sensación de desconcierto que nace cuanto te enfrentas a algo totalmente nuevo, a algo desconocido. Siempre me ha dado pánico sentir que perdía el control de la situación que me rodeaba, porque esa pérdida de control conseguía robarme de un plumazo toda mi seguridad, y me convertía en una persona débil y demasiado vulnerable.

Cuando pierdes el control de lo que te rodea sientes como si, de pronto, alguien te hubiese subido a una diminuta cuerda colocada a metros de altura, como si hubiesen derrumbado los muros que habían estado protegiéndote durante toda tu vida. De pronto te sientes como si fueses un guerrero al que le han arrebatado sus armas y su escudo para abandonarlo en medio de la nada. De pronto, todo lo que habías aprendido a controlar desaparece y te encuentras sin saber hacia dónde debes ir y cómo tienes que actuar.

Pero si hay algo que he aprendido con el paso de los años es que, en la vida, los cambios son necesarios e inevitables, y tarde o temprano tienes que enfrentarte a ellos aunque no quieras. Porque a la vida no le preocupan tus miedos, y no le importa  si estás preparado o no. Los cambios simplemente llegan, y la única opción posible es aceptarlos, tragarte el miedo y seguir avanzando. Y a veces, en el mismo momento en el que dejas a un lado tus miedos, descubres que aquella cuerda no es tan fina como parecía en un principio, y que el vértigo no es tan grande desde esa altura. A veces incluso descubres que las vistas son mucho mejores desde allí arriba, y que a veces esa sensación de desconcierto que sientes cuando pierdes el control da paso a una sensación maravillosa que te llena de vida.

Comentarios

  1. El problema es que cuesta tanto aceptar los cambios y retos... A mí me pasa, y por no cambiar, no avanzo tampoco...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Ojalá pudieras verte como yo te veo

El acoso de los talifanes

Si me permites un consejo