Creo en el amor eterno
Para muchos el amor eterno no es más que una utopía, algo que solamente existe en los cuentos. Son muchos los que te miran con una sonrisa incrédula, e incluso burlona, cuando confiesas que sigues creyendo en el amor eterno. Automáticamente te tachan de inmadura, ilusa o incluso de loca. Sin embargo, por mucho que intenten quitármelo de la cabeza, yo seguiré defendiendo que existe el amor eterno, porque sí, existe. Y no me refiero a esas historias pastelosas que nos venden en los cuentos y en las películas, a esos amores en los que todo está teñido de color de rosa, en las que todo es perfecto y los enamorados viven felices y comiendo perdices, en las que el amor se mantiene inalterado a lo largo del tiempo. Eso no es amor eterno, sino amor irreal. El amor eterno que yo defiendo no es aquel en el que todo es perfecto, en el que todo está repleto de rosa. El amor eterno que yo defiendo está repleto de una amplia variedad de colores entre los que, por supuesto, también se encue...