El fenómeno fan
Sin duda, el desarrollo de las redes sociales ha traído consigo una importante evolución en cuanto a la relación de los famosos con su público. El nacimiento de páginas como Twitter y Facebook ha dado lugar a una nueva plataforma de promoción para los diferentes artistas, capaces de hacer llegar su trabajo a cualquier parte del mundo sin demasiado esfuerzo, pero también suponen el nacimiento de un vínculo mucho más fuerte entre los famosos y sus seguidores, los cuales no sólo pueden estar siempre informados de las últimas noticias de sus ídolos, sino que además pueden ir conociéndolos de una manera más cercana y personal, no quedándose exclusivamente en la carrera profesional.
Son muchos los aspectos positivos que se derivan del nacimiento de las redes sociales, tanto para los famosos como para sus fans. Sin embargo, a veces el hecho de sentirnos tan cerca del artista al que admiramos nos hace sobrepasar ciertos límites que nunca deberían ser traspasados. Porque hay gente convencida de que la admiración o el cariño que sienten hacía un determinado artista les da derecho a todo. A inmiscuirse en la intimidad de los artistas, a juzgar su vida más allá de su trabajo, a inventar noticias e historias falsas, a acosarles y perseguirles durante su vida diaria, a meterse en sus relaciones personales....
Hace unos días me sorprendían los límites que eran capaces de sobrepasar las seguidoras de una famosa cantante, más preocupadas por su vida personal que por su música. Un grupo de estas seguidoras fantasean con la posibilidad de que su artista preferida tenga una relación con otra cantante, y tan obsesionadas están con el tema que no dudan en inventar miles de historias, mencionarlas a diario en sus perfiles de Twitter insistiendo en algo que las propias protagonistas han desmentido, e incluso son capaces de insultar a la pareja de una de ellas por considerarla "culpable" de que sus cantantes favoritas no estén juntas. ¿Dónde ha quedado el respeto y el sentido común?
Como digo, existen límites que nunca debemos sobrepasar, porque hacerlo nos hace dejar de ser "fans" para convertirnos en acosadores. Pasar esos límites hace que la admiración hacia un determinado artista se convierta en una obsesión extrema que nos lleva a hacer todo tipo de locuras que incluso pueden llegar a perjudicar tanto a los artistas como a su entorno.
A veces nos olvidamos de que detrás de un artista se esconde una persona normal y corriente con una vida similar a la de cualquiera de nosotros, una persona que tiene derecho a la intimidad y que merece ser respetada. A veces nos olvidamos de que los artistas no están obligados a compartir con sus seguidores nada más que lo que se corresponde con su vida profesional, y que en el caso de querer compartir aspectos de su vida personal, deben ser ellos los que establezcan los límites, y nosotros, sus seguidores, los que debemos respetarlos.
Esas personas no son fans; ; esas personas son fanáticas sin neuronas y sin vida propia, gente que roza la locura, creo yo, y con unas vidas muy tristes y vacías...
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