Mini-Sueño: La hora de decir adiós

Cuando el tiempo de los besos no recoge más que restos de lo que un día fueron excesos de pasión, llegó el momento de decir adiós. Cuando ya sólo quedan los deshechos de aquello que un día fue amor, es la hora de decir adiós. Cuando los abrazos que antes abrigaban ahora sólo consiguen agobiar, es la hora de decir adiós. Cuando las caricias que cerraban heridas ahora sólo consiguen que sangren de más, es hora de decir adiós. Cuando las manos que nos daban alas son ahora las que nos atan, es la hora de decir adiós. Cuando los motivos para vernos han dejado paso a las excusas para no mirarnos, es la hora de decir adiós. Cuando el tiempo que antes volaba ahora pasa lento entre nosotros, es hora de decir adiós. Cuando los sitios que antes nos acogían hace tiempo que no nos dicen nada, es hora de decir adiós.

La hora de decir adiós a una realidad dibujada en un nube de humo, a un universo sostenido con frágiles pilares de cartón, a un cuento que se quedó sin narrador. La hora de decir adiós a este mar de dudas en el que se convirtió aquel océano prometedor, a esta ciudad en ruinas en la que se ha convertido el amor.
La hora de decir adios con la cabeza alta por lo vivido, antes de que la pena deje paso al rencor, antes de que a lo que fue un gran jardín sólo le queden las espinas, antes de que las verdades se manchen con sucias mentiras. La hora de decir adios, ahora que aun somos capaces de pensar que fue bonito mientras duró

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ojalá pudieras verte como yo te veo

Si me permites un consejo

El acoso de los talifanes