Creo en el amor eterno

Para muchos el amor eterno no es más que una utopía, algo que solamente existe en los cuentos. Son muchos los que te miran con una sonrisa incrédula, e incluso burlona, cuando confiesas que sigues creyendo en el amor eterno. Automáticamente te tachan de inmadura, ilusa o incluso de loca. Sin embargo, por mucho que intenten quitármelo de la cabeza, yo seguiré defendiendo que existe el amor eterno, porque sí, existe. Y no me refiero a esas historias pastelosas que nos venden en los cuentos y en las películas, a esos amores en los que todo está teñido de color de rosa, en las que todo es perfecto y los enamorados viven felices y comiendo perdices, en las que el amor se mantiene inalterado a lo largo del tiempo. Eso no es amor eterno, sino amor irreal. 

El amor eterno que yo defiendo no es aquel en el que todo es perfecto, en el que todo está repleto de rosa. El amor eterno que yo defiendo está repleto de una amplia variedad de colores entre los que, por supuesto, también se encuentra el gris. Porque el amor eterno que yo defiendo no es aquel que se mantiene constante para siempre, sino aquel que evoluciona a lo largo del tiempo, el que va pasando por varias etapas, quizás muy diferentes entre si, pero todas basadas en el amor.

El amor eterno existe y estamos rodeados de ejemplos. Basta con pensar en esas parejas de viejecitos que llevan toda una vida juntos. Es indudable que entre ellos el tiempo de la pasión y las ganas quizás fueron desapareciendo con el paso de los años, pero el sentimiento que un día los unió sigue intacto, aunque haya evolucionado. Porque esa pareja es incapaz de concebir su vida sin tener a su lado a la persona que siempre ha caminado a su lado. Y quizás no necesiten besarse ni decirse "te quiero", pero necesitan de la otra persona a su lado para saber que todo está bien. Con el paso de los años el amor evoluciona y se transforma hasta que llega un momento en el que al mirar a quien te acompaña te das cuenta de que estás en casa, de que esa persona es tu hogar. Eso es amor eterno, y sé que ese amor existe.