El respeto hay que merecerlo
Debo decir que siempre me he considerado una persona
respetuosa, ya que en mi familia desde pequeña me han inculcado que cualquier
relación, sea del tipo que sea, debe estar basada en el respeto mutuo, y que
todo el mundo merece ser respetado. Sin embargo, mis padres también me
enseñaron que tu forma de tratar a la gente es un reflejo de la manera en la
que mereces ser tratado, ya que no puedes exigir a nadie que te trate con
respeto cuando tú eres el primero que no conoce ni el significado de esa
palabra. El respeto no es algo que debas ganar, pero sí es algo que puedes
perder con tu actitud.
Lamentablemente, creo que está más que demostrado que la
educación basada en el respeto se está perdiendo. Basta con encender la tele y
poner uno de los programas estrella del momento. Parece mentira la facilidad
que tienen algunas personas para juzgar la vida del resto, para lanzar
acusaciones a la ligera, sin ni siquiera molestarse en comprobar si es cierto o
no lo que dicen, sin importarles el daño que puedan hacer.
Desde hace un tiempo, hablar de la vida de los demás, ya sea
con razón o sin ella (como en el 99% de los casos) es demasiado fácil y sale
muy rentable. Si no hay motivos para hablar, se inventan, y si los hay, se
exageran y se interpretan de la forma que más interesa para buscar el morbo.
¿Qué más da? ¿A quién le importa el daño que puedan causar ciertos comentarios?
Al contrario, cuanto más daño haga, mejor. Parece que todo vale con tal de
rellenar unos minutos de televisión.
A toda esa gentuza solo les deseo una cosa: que experimenten
en su propia piel lo que se siente cuando alguien te acusa de algo que no eres,
o de algo que no has hecho; que experimenten lo que se siente cuando ves a
alguien disfrutando con tus problemas o con tus lágrimas; que sepan lo que se
siente cuando todo el mundo está pendiente de tus pasos, solo para poder
machacarte cuando te equivocas.
Sí, como decía, creo que soy una persona bastante respetuosa,
pero hay gente a la que no puedo tenerle respeto. No puedo respetar a la gente
que disfruta con el sufrimiento del resto. No puedo respetar a quienes
frivolizan con la vida de la gente. No puedo respetar a quien está dispuesto a
mentir para tener un minuto de gloria. No puedo tener respeto por los buitres que
siempre andan al acecho de un poco de carnaza. Lo siento, pero esa gente no se merece
mi respeto. Lo único que puedo sentir por esa panda de cobardes y miserables es
asco. Asco y lástima, porque imagino que hay que tener una vida muy triste y
vacía para tener que meterte en la vida de los demás de esa manera.
BRAVO
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