La inocencia de un niño


Una de las cosas que más recuerdo de cuando era pequeña es que me moría de ganas por crecer. Siempre estaba soñando con hacerme mayor, y me desesperaba al ver lo despacio que parecía avanzar el tiempo. Recuerdo que cuando lo comentaba con mi abuela y me quejaba de que el tiempo parecía haberse detenido, ella  siempre me decía: “Llegará un momento en el que te darás cuenta de que el tiempo avanza demasiado rápido, y entonces desearás volver a ser una niña. No seas tonta y  disfruta ahora que puedes, que ya habrá tiempo de crecer”. En aquel momento aquella frase me parecía la tontería más grande del mundo. ¿Cómo iba a querer ser una niña de nuevo, si estaba deseando crecer?

Sin embargo, ya se sabe que las abuelas nos llevan algo de ventaja en este juego que es la vida, y no hay nadie más sabio que ellas. Así que, aunque en su momento no llegué a creerla, es ahora cuando me doy cuenta de la razón que tenía mi abuela con aquella frase. Es ahora cuando en algunos momentos desearía volver a aquellos años en los que no existía el temor al fracaso, a la soledad, ni el miedo a lo desconocido… A esos años en los que no existía el miedo a defraudar a quienes te rodeaban, ni el miedo a no ser capaz de cumplir lo que se esperaba de ti en cada momento.  Es ahora cuando empiezo a echar de menos los años de mi infancia en los que mis peores miedos no iban más allá de una habitación oscura, de un ruido creado por el viento a medianoche, de una puerta mal cerrada o de las formas que dibujaban las sombras en las paredes.
Hace unos años mis peores miedos desaparecían tan rápido como llegaban, bastaba con encender una luz y todo volvía a ir bien, todo estaba en su sitio. Bastaba con que alguien te dijera que no pasaba nada, para que tú olvidaras tus temores y siguieras divirtiéndote con cualquier juguete que encontrabas. Pero ahora todo es tan diferente…

En este momento de mi vida no puedo evitar sonreír con nostalgia mientras recuerdo aquellos momentos. Ahora echo de menos mis preocupaciones de aquellos años. Realmente sería tan bonito que no se perdiera nunca la inocencia de un niño, ni su capacidad de ser feliz de la manera más simple.

Comentarios

  1. Que razón nena,me encanta como escribes, y si, a mi me encantaría volver atrás,aunque estos años de nuestra vida también son de los mejores,yo creo que dentro de un tiempo querremos volver aunque sea a donde nos encontramos ahora =)
    Carpe diem

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